Ayer el tiempo acompañaba, bienvenido solecito, a eso de las 17.30, nuestra amiga y una de las voluntarias de Galapacats, llegaba a la finca.
No sólo ella tenía clara la adopción, parece que Gretel también, porque fue abrir la puerta del transportín y se metió en un abrir y cerrar de ojos como diciendo "Corre, corre, vayamos a casa yaaaa".
Todos estábamos muy contentos, por ser nuestra primera adopción, por ver la felicidad en la cara de Wi y su chico, por saber que Gretel tendrá un futuro mejor y recibirá todo el cariño de una gran familia.
Todo esto nos anima a no tirar la toalla y seguir adelante, claro qué sí!
El simple hecho de saber que uno de nuestros peludetes dormirá calentito y lleno de mimos cada día, es motivo más que suficiente para darnos cuenta de que este proyecto merece la pena.
Gracias a todos los que estais incondicionalmente y nos apoyais, Miauuuuu!!!!
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